En 1781 aparecen numerosas Reales Cédulas concediendo diferentes gracias para fomentar la creación de fábricas de todo tipo (supongo que son lo que hoy llamamos subvenciones.) Es por esta época que data la fábrica de botones y ceras de este pueblo y algunos telares y lagares.
Con motivo de la Guerra con Francia, durante el reinado de Carlos IV se produjo un indulto general, especialmente encaminado a redimir a desertores del ejército y contrabandistas, sin delitos de sangre. En Castillejos se acogieron 6 vecinos a él, todos ellos condenados por fraude y contrabando de tabaco.
Se hace un llamamiento general pidiendo voluntarios para el servicio de Reales Armas a fin de luchar contra la ""orgullosa, execrable y malvada Francia", que así era calificada nuestra vecina después de la República. (No es de extrañar que Napoleón pillara un buen ""mosqueo"" y decidiera quitarnos del mapa...).
El 21 de abril de 1794, un lunes de Pascua para más seña, en la ermita y tras la misa mayor, aprovechando que los mozos del pueblo andaban todos por allí (!!no sabemos en que estado!!), el cura solicitó el alistamiento voluntario y claro, no se presentó ni uno...(!!!A quién se le ocurre pedir, en plenas fiesta que se bajen del caballo para ir a la guerra!!!)
Durante el mes de mayo de 1795 a parte de haber una plaga de langostas enorme , en Tariquejos y la Bellida, que costó un gran esfuerzo de fumigadores y bienes erradicar, se prohibía por bando que los cerdos campearan a sus anchas por las calles del pueblo, llevándose al Corral Concejo detenidos a cuantos encontrasen, más multa de 5 reales de vellón por cada uno, a los dueños la primera vez que los dejaran sueltos y a los reincidentes se les duplicaba la multa.
Por esta fechas tenemos algunos castillejeros ilustres, todos de la rama eclesiástica. Quizás el más sobresaliente fuese D. Juan Maestre, canónigo de la Iglesia del Salvador de Sevilla y Profesor de Teología en la Universidad Literaria. Se decía de él que era ""un sacerdote de tanta ilustración como edificante virtud, timbre del claustro universitario..
Con motivo de la Guerra con Francia, durante el reinado de Carlos IV se produjo un indulto general, especialmente encaminado a redimir a desertores del ejército y contrabandistas, sin delitos de sangre. En Castillejos se acogieron 6 vecinos a él, todos ellos condenados por fraude y contrabando de tabaco.
Se hace un llamamiento general pidiendo voluntarios para el servicio de Reales Armas a fin de luchar contra la ""orgullosa, execrable y malvada Francia", que así era calificada nuestra vecina después de la República. (No es de extrañar que Napoleón pillara un buen ""mosqueo"" y decidiera quitarnos del mapa...).
El 21 de abril de 1794, un lunes de Pascua para más seña, en la ermita y tras la misa mayor, aprovechando que los mozos del pueblo andaban todos por allí (!!no sabemos en que estado!!), el cura solicitó el alistamiento voluntario y claro, no se presentó ni uno...(!!!A quién se le ocurre pedir, en plenas fiesta que se bajen del caballo para ir a la guerra!!!)
Durante el mes de mayo de 1795 a parte de haber una plaga de langostas enorme , en Tariquejos y la Bellida, que costó un gran esfuerzo de fumigadores y bienes erradicar, se prohibía por bando que los cerdos campearan a sus anchas por las calles del pueblo, llevándose al Corral Concejo detenidos a cuantos encontrasen, más multa de 5 reales de vellón por cada uno, a los dueños la primera vez que los dejaran sueltos y a los reincidentes se les duplicaba la multa.
Por esta fechas tenemos algunos castillejeros ilustres, todos de la rama eclesiástica. Quizás el más sobresaliente fuese D. Juan Maestre, canónigo de la Iglesia del Salvador de Sevilla y Profesor de Teología en la Universidad Literaria. Se decía de él que era ""un sacerdote de tanta ilustración como edificante virtud, timbre del claustro universitario..
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