Hace un par de días me asombré con esta estampa y no pude por menos que agarrar la cámara, que siempre llevo a cuestas.
Muchas veces pasamos casi sin darnos cuenta de lo que nos rodea y nos perdemos infinidad de pequeños detalles que es lo que hace que un lugar sea especial. Están ahí para nosotros y nos alegran la vista, aunque no nos demos cuenta.
Imaginar el jardín que puede haber tras una tapia y que agradecida veo una muestra de lo que detrás se esconde.
Un día pediré permiso y os enseñaré el resto....
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