viernes, 6 de julio de 2012

- Reflexiones ante una taza de café: Un saludo a la vuelta...




Aún estoy en la Villa y Corte y capital del Reino (para los de fuera, Madrid). Una ciudad  para pasar unas buenas  vacaciones por lo mucho que tiene que ofrecer al turista, pero  estresante para una vida aquí.

Echo de menos la tranquilidad de la vida de mi pueblo,donde hasta el tiempo parece ir ralentizado y las horas cunden más a pesar de ser las mismas para todos: pasear sin esperar al semáforo en verde,  las tertulias en las pequeñas tiendas en detrimento de las largas colas en las cajas de las grandes superficies, el  no tener que coger el coche para comprar  el pan...

Ahora con ojos críticos de una ex-urbanita me doy cuenta que la calidad de vida radica en aprovechar el tiempo y sacarle el mayor partido posible, quizás por eso las prisas sean parte importante en la vida de estas macro ciudades intentando que los atascos y las aglomeraciones no quiten demasiados minutos al día a día.

 Solo deciros que como lo prometido siempre se convierte en deuda, aunque a nuestros políticos se les olvide esta premisa una vez conseguido su objetivo de llegar al poder, yo suelo cumplirla, así que he vuelto y os dejo la primera entrada pos-vacacional, en plenas vacaciones.

Solo me resta seguir dando las gracias a todos los que aguantan con paciencia y leen los desvarios de esta soñadora.

Un saludo desde mi rincón y solo desearos que continuéis soñando, porque como nos explica  nuestro impagable poeta D. Pedro Calderón de la Barca en una de sus obras teatrales, la vida solo es:
¿Qué es la vida? un frenesí
¿Qué es la vida? una ilusión,
una sombra, una ficción,
y el mayor bien es pequeño;
que toda la vida es sueño,
y los sueños, sueños son.



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