Las cruces del Alosno, es una fiesta que tradicionalmente ha pasado de madres a hijas. Las ""colás"" o salones que las mujeres alosneras adornan primorosamente con un techo blanco de cortadillo (bordado típico de este pueblo), espejos, cortinas de brocado, cuadros antiguos, flores y presididas por las cruces. Todo el conjunto da a estos salones un aire festivo y suntuoso. Las mujeres ataviadas con las mejores galas, esperan en estas peñas a que aparezcan los grupos de hombres vestidos con traje y corbata que pagan (ahora algo simbólico) para bailar con ellas, tres sevillanas, solo tres.
Ellos, los chicos alosneros, van de colá en colá con guitarras y sus fandangos, paseando por las calles su arte para disfrute de los que nos acercamos de otros lugares a contemplar este espectáculo.
Una fiesta en la que el pueblo se echa a la calle y todos participan activamente. Gracias a ello las tradiciones singuen manteniéndose.
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