miércoles, 17 de octubre de 2012

Nuestro entorno: Nuestras casas

Hoy os mostraré una de las casas que conforman nuestro pueblo.
El tamaño de la mayoría de las viviendas de la localidad puede parecernos grandes a los que estén acostumbrados a las grandes urbes, donde el suelo es más escaso.
En este pueblo no está permitido construir más de dos alturas y la mayoría de nuestras viviendas suelen tenerlas.
 El término zaguán proviene de la palabra árabe hispánica istawán. es un espacio cubierto situado en las casas, normalmente junto a la puerta.
En esta zona, cubierta y protegida, los niños jugábamos en las tardes del verano cuando el sol calentaba más. Al ser la entrada a la casa, se adornan con baldosas con motivos decorativos y con una cancela (puerta de hierro forjado con cristal.


la cancela  da paso directamente a la vivienda. Grandes  espacios desde donde surgen las habitaciones y otras dependencias a ambos lados.

El  comedor, está reservado para las grandes ocasiones, cuando  la familia aumenta, en festejos y fechas señaladas. Los muebles que predominan en este espacio siguen siendo el aparador y la vitrina, donde las vajillas y cristalerías antiguas  tienen su lugar preferente.
Normalmente tenemos rincones donde pasar las agradables tardes de invierno, al lado de la chimenea y con la típica mesa camilla. Antes eran redondas, pero dando paso a la modernidad  se fabrican también alargadas, para dar cabida a más gente.
Esta es la manera de calentar las casas en invierno, tampoco el frío hace que se necesite mucho más, porque aunque sean unas casas enormes, están bien orientadas, lo que le quita frialdad.
Es agradable pasar una tarde sentada con la estufa y la falda camilla leyendo, viendo una película o con una reunión de amigos, que suelen ser las distracciones en las desapacibles tardes de invierno.








Los techos de las casas suelen ser altos y no siempre el techo de la planta baja, cubre la totalidad de la vivienda. Hay algunas con esta estructura de galería  y el techo abierto con una claraboya, lo que da gran luminosidad a la casa.

La afición a las plantas en estas localidades es bien conocida, ya sean plantas de exterior en los patios o plantas de interior.



















En las casas con claraboyas, al tener  las plantas el sol en lo alto, todo el año sin temperaturas extremas, crecen más rápidamente y como en este caso, podemos tener verdaderos árboles de interior. Hermosos, siempre.
En algunas de estas viviendas además de tener habitaciones en la segunda planta está también lo que se llama el doblao, una especie de buhardilla donde guardar todo aquello que no necesitamos. También muchas de nuestras casas suelen tener terraza en lo alto del edificio, que ocupa casi toda la vivienda.


No pueden faltar los patios, al final de la casa, donde pasar las agradables tardes de verano en compañía de la familia o amigos.

Aunque parezcan casas grandes, son muy cómodas a la hora de vivir en ellas, tanto para niños, por la cantidad de zonas de juego, como para mayores, donde la gran amplitud hacen que tengan espacio para moverse sin muchos problemas.

Poco a poco iré mostrando algunas de estas viviendas con sabor a antiguo, con permiso de sus dueños y que son verdaderos museos, más que por el valor en sí del contenido, por el valor sentimental al  encontrarnos con nuestro pasado.


2 comentarios:

  1. ¡Qué pedazo de casa! Dan ganas de ir a vivir al pueblo... Bonitas fotos Mariló.

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  2. Gracias Eva María.
    Si, por aquí la mayoría suelen ser muy grandes y además cómodas.

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