viernes, 21 de diciembre de 2012

San Bartolomé de la Torre y su árbol de Navidad


La ecología y el reciclaje también tienen cabida en estos pueblos. Aquí tenemos un precioso árbol hecho exclusivamente de chapas de cervezas y refrescos...  ¡La imaginación al poder!...


Belén artesanal de Castillejos


Este Belén ha sido realizado por la Asociación de Minusválidos de Villanueva de los Castillejos. Ha servido como terapia ocupacional . Consta de unas 180 figuras, totalmente hechas a mano, también los enseres han sido fabricados por ellos: sillas, mesas, instrumentos de labranza, cacharros de barro, cestas....
Están representados todos los oficios y costumbres de este pueblo, algunas de las cuales ya se han perdido gracias o debido al progreso.
 Instalado en un local de la calle Gibraleón para el disfrute de todos, al mismo tiempo que es el lugar de recogida de alimentos, para cubrir las necesidades de los menos favorecidos.
Las mujeres, hacen dulces artesanales : pestiños, rosas, coscaranes... que venden. La recaudación va integra a Cáritas.
Entre las figuras, consta un grupo vestido de pastores, llamados los Campanilleros. Aún hoy, sigue manteniéndose la tradición y los campanilleros siguen  saliendo a cantar por el pueblo y a visitar a los enfermos y personas mayores, y amenizar las calles con sus villancicos creando un ambiente festivo.












jueves, 6 de diciembre de 2012

VIII Feria Agroganadera del Cerdo Ibérico





El Ayuntamiento de Villanueva de los Castillejos y la Mancomunidad de municipios de Beturia organizan la octava edición de la Feria Agroganadera del Cerdo Ibérico y su industria en esta localidad.




El sector del cerdo ibérico, aglutinador de actividades ganaderas e industriales, supone para la comarca uno de los pilares básicos de su economía. Esta actividad ha generado, además una cultura y tradición muy arraigada en el Ándevalo.

El cerdo ibérico y la dehesa han formado tradicionalmente un binomio indisoluble con repercusiones económicas, sociales y medioambientales altamente positivas por la simbiosis que ambos mantienen.

Con el objetivo de la revalorización de los recursos naturales del territorio, la Feria se configura  como una actividad de suma importancia en el desarrollo rural e industrial de toda la comarca..




































La VIII Feria Agroganadera del Cerdo Ibérico y su industria se celebrará en dos espacios diferenciados y anexos. Por un lado, el Pabellón Municipal de Deportes de la localidad acogerá en sus 1500 metros cuadrados la zona de los expositores.  El recinto interior con una capacidad de 45 expositores, recoge una representación de la entidades y empresas relacionadas con la industria. Habrá una segunda ubicación en la carpa del recinto ferial.

Horario de la feria y actividades que se organizan:




martes, 4 de diciembre de 2012

Cuentos desde mi rincón: ¡Una noche de estreno!

En una pequeña ciudad de provincias, donde todos se conocen, estrenan una película en un cine engalanado para la ocasión. Los trajes de noche de los asistentes aportan la nota de glamour

Dentro, una pareja sentada en la fila trece  charla mientras espera que se apaguen las luces.

¿Cómo llevo tantos años agüantao? Si soy güeña, ¿por qué me castiga Dios con esta cru? ¡Eres un desgrasiao! Me juraste por tus muerto que hoy no ibas a beber y está que no te tienes en pie ¡malaje! Con lo qué m’ ha costao preparar to pa veni a un sitio legante!. M’he pasao media mañana en la peluquería y ni t’has fijao en er moño que m’ha hecho la Antonia, qu’este arrecogio solo sale en las revista; ni en er  vestio nuevo der mercaillo. Pos que sepas que m’ha dicho la Manuela la der Tieso que uno igua se lo había visto a la Prisli y que me quea iguar que a ella. En er barrio toas me preguntan que si estoy a plan. ¡Fijate! hasta la maestra der niño me llamó una cosa mu fina, que soy sirfidi me lo dijo hase poco cuando le dije que no me sobra ni pa jase una armondiga. Claro, que a la probesilla la sobran casi tos. Si la tuvieran que vender despiesá abastesía a toas las carniserías de la capitá ella sola. ¿Tas roncando?

—Que va quilla, antodavia no, tes ti escuchando. Anque si me dejas, echo solo una cabezá hasta que empiese, qu’he madrugao. He salió a por chatarra pa pagá  er vestio, er moño y er cine.

—¡Qué cuajo tienes gachó! ¡Si eres más flojo que un muelle guita!¡No me haigas hablar!  Si has estao en la taberna tor dia y yo gastándome un dinerá en ti. Veinte euros ma costao el jato que lleva puesto que pareses er Julio Iglesia. No merecías na ¡mamarracho! Y ponte derecho que  me tiene el hombro cansao.¡ Quita ya!, que toa esta gente va desi que paresemos novios. No me haigas gritarte y despierta que no está el forraje pa pitaeras. ¡Mira, ya empieza!

Cuatro filas más atrás, mientras nuestros protagonistas mantienen su peculiar conversación, dos mujeres de mediana edad cuchichean a la espera  que comience el film.

—Purita fíjate en esa pareja de ahí delante. Se ven tan encantadores haciéndose arrumacos. Solo tienes que mirarlos para saber lo felices que son. ¡Qué tiernos! él apoyado en el hombro de ella escuchando embelesado todo lo que le cuenta.

—¿Qué me dices del moño de ella, Cuqui? Su peluquero debe odiarla. ¿Y el vestido? No he visto el resto, pero ese cuello alto de lentejuelas brilla con luz propia. El acomodador no necesitará linterna para sentar a los rezagados

—¡Qué cosas tienes!, no seas mala. Leí en el Informaciones que los Cañero dan una fiesta. La pareja de delante deben ser sus primos, los Artuaga. Han venido desde Estados Unidos para el evento. La sirvienta de  los Cañero le dijo a la mía que los primos de su jefe tenían ganas de ver esta película. Son ellos seguro, los he reconocido por la foto de la portada del Hola, cuando llegaron al aeropuerto. En la revista se comentaba que ella era una arquitecta  muy famosa y  él un reputado empresario. Y Purita ese vestido lo vi en el escaparate de  Versace, rondaba los 12.000 euros. Estuve a punto de comprarlo, pero ya sabes que el plateado no me favorece.

—¡No me digas, Cuqui!

—¿Qué te parece si cuando acabe la película, a la salida, nos acercamos a saludarles? Ahora mismo llamo a Ridruejo, el fotógrafo, y le digo que nos espere en la puerta para que nos haga un robado con ellos. Purita, espera que nos vean en portadas. Estoy deseando que llegue el sábado, en la partida de brigde se morirán de envidia.

—Si llego a saberlo me pongo el traje azul de Lacroix y no éste Adolfo Dominguez que no me estiliza. Se va a notar que este año aún no he ido a la Buchinger .  Por favor,  no se te ocurra comentar lo que he dicho sobre el peinado. Con esta penumbra,  no me había percatado, pero la verdad, es que le queda monísimo ese moño alto y realza su elegancia natural.

—Después del estreno tenemos un cóctel con los Sandoval. Aunque quizás los Artuaga nos inviten a acompañarles a la fiesta y claro, no debemos hacerles un desplante. Total, los Sandoval no tienen categoría solo dinero.

Las luces se apagan y comienza el espectáculo. Hoy doble función: la primera en la gran pantalla y la segunda… a la salida.

domingo, 2 de diciembre de 2012

Ruta de senderismo a la Sierra Abuela




Punto de partida: Salida desde la estatua del caballo en la calle Mesones. Estado del camino: La  primera parte es asfalto y bastante llano, una carretera con poco tránsito, debido a que solo conduce hasta las granjas cercanas. La segunda parte cambia, se trata de un carril algo pedregoso y con subidas hasta llegar a la sierra Abuela.
Recorrido: Se sale desde la estatua del caballo (frontera entre el término municipal  de Castillejos y el Almendro),  al final de la calle Mesones. Se sigue por la carretera de la Raya, también llamado Matalagrana, con dirección al pantano viejo, llamdo el Embalse de los Tres Picos”, donde podemos hacer una parada ya que desde lo alto de su presa hay una vista espectacular. Dejamos el pantano a la izquierda, seguimos por este camino y por unas fincas llamadas El Hornillo. A un kilómetro subiendo una pendiente con bastante inclinación se encuentra la Sierra Abuela. Desde lo alto, se puede ver cómo va cambiando el paisaje de huertas y llanos de la costa al entorno montañoso de la dehesa del Andévalo.
Animales: Pueden observarse por el entorno aves rapaces como el águila, el milano negro o el halcón.  Abundan los animales de caza menor como las perdices, el conejo y la liebre.
Vegetación: Es la típica de la dehesa del Andévalo, como las encinas, alcornoques, jaras o lentiscos. Abundan también en distintas partes del recorrido el pino piñonero, vegetación de huerta y algunos eucaliptos dispersos  por el entorno.
 Longitud: Aproximadamente 7 kms
Tiempo: 1 hora y media más o menos

domingo, 18 de noviembre de 2012

Nuestro entorno: Ruta de Senderismo la Peña Maya


Punto de partida: Plaza de la Constitución de El Almendro, subimos por la calle Grande y justo al final existen unos escalones y un camino donde comienza la subida a la Peña Maya.

Estado del camino: 
Es de muy fácil acceso, la mayor parte transcurre por el pueblo de El Almendro hasta llegar a una zona más empedrada, desde donde iniciamos la subida.

Duración: 
El recorrido desde la plaza del Ayuntamiento es de 10 minutos aunque podemos ampliarlo visitando al principio la Iglesia que es muy hermosa.




Esta ruta la podemos incluir dentro de los itinerarios del interior del pueblo y empezar la ruta, para alargarla visitando ambos pueblos e unirlo con la visita al Pie Castillo, otra estribación con bastante desnivel donde existen un par de molinos de viento, encargados en la época de la fabricación de harina para el pueblo.

Fauna: 

Algunas rapaces, aves cantoras y pequeños mamíferos .

Tipo de vegetación: 
Existen huertos en las cercanías y la flora autóctona del lugar como son el olivo, la encina y el alcornoque,

Las vistas desde lo alto de la Peña Maya, son simplemente maravillosas y desde arriba podemos ver ambos pueblos El Almendro y Villanueva de los Castillejos que la historia reunió hace algunos siglos.

domingo, 11 de noviembre de 2012

Nuestras casas: Villa Juanita de 1928 a 2012

Villa Juanita  fue contruida en 1928 y desde entonces ha tenido diferentes propietarios, pero todos han dejado la estructura original, a excepción del último, que además de conservarla tal cual, ha añadido algunas dependencias en la parte trasera para no estropear la belleza de la casa.

En la parte delantera dos encinas centenarias  reciben a los moradores con sus brazos abiertos y les cubre en verano de los rayos inmisericorde del astro rey.


El salón delantero pertenece a la parte antigua de la casa, el suelo también es el originario. Una reliquia que me retrotrae a mi niñez cuando pasé alguna temporadas en esta hermosa villa.


El pasillo  y las habitaciones a las que conduce también forman parte de la historia antigua de esta casa .
Esta parte es nueva. Un gran salón donde pasarlo bien con la familia, amigos, conocidos , ya que el gran tamaño y la enorme  hospitalidad de la familia , muy conocida en el pueblo, dan para eso y mucho más.


Desde esta finca se divisa un paisaje espectacular con nuestros dos pueblos como telón de fondo, ya que no estará a más de 10 minutos del centro de Castillejos.


Después de una tarde de lluvia, al calor de la chimenea, éste es el cielo que queda al anochecer. Muchas veces las prisas se encargan de que olvidemos que para ver algo hermoso, solo tenemos que levantar la vista.

miércoles, 7 de noviembre de 2012

1º Concurso de relatos de Halloween: 1º premio




¿VIDA TRAS LA MUERTE?
  Autora: SWEETIE

Dicen que el Día de Todos los Santos recuerda a la gente que tiene una cita pendiente con el

cementerio, que es el momento de volver a traer a la mente a aquellos que fallecieron y que yacen olvidados entre cipreses.

Dicen que ese día el campo santo deja atrás su silencio, sus sombras, su misterio, su soledad. Gracias al amanecer de ese nuevo uno de noviembre se permite que, un año más, se rompa esa monotonía, al menos durante veinticuatro horas. Multitud, bullicio, vida al fin y al cabo…hasta que el sol vuelva a ocultarse.

Dicen que ahí fuera las personas celebran una especie de fiesta la noche anterior, Halloween creo que se llamaba. Tratan de hacer presentes a espíritus, demonios, seres oscuros con los que pueden jugar a sentir miedo, liberar adrenalina o simplemente divertirse. ¿Reírse de la muerte? Extraña cuestión. Sobre todo cuando es un suceso tan imprevisible.

Sin embargo, al día siguiente todo el mundo parece haber vuelto a la normalidad. Incluso dejan de creer en esos seres del más allá a los que hacía unas pocas horas habían querido imitar.

Nadie se pregunta qué sucede cuando el Día de Todos los Santos llega a su fin. Cuando el chirriar de las verjas del cementerio deja paso de nuevo a ese silencio sepulcral…

Esa noche mis pasos suenan más de lo permitido por los pasillos de los nichos. Es como si hubiera entrado tarde a un recital y los espectadores me mirasen con recelo. Se respira tensión en cada uno de los rincones del recinto. Hoy incluso apago la linterna y agarro las llaves con la mano para evitar molestar más. Sé que ha sido un día muy doloroso para la mayoría de los allí presentes. Yo también les acompaño en el sentimiento. Cada uno de noviembre el muro entre vivos y muertos se hace más palpable. Ya no vale creer que estás en un sueño porque puedes ver que las personas a las que amas están ahí fuera, a tan pocos centímetros de ti, pero tras un cristal blindado que nunca podrás atravesar.

Paso la mano sobre algunas de las tumbas tratando de acallar su desasosiego. Quieren volver a la vida, con los suyos, pues aún no han encontrado el camino que les lleve al descanso eterno.

Me conformo con que sepan contenerse bajo tierra aunque sus aullidos se entremezclen con el ulular del viento otoñal. Mantener el orden, esa es mi misión. Un trabajo que no elegí pero al que no puedo abandonar.

Siento que un escalofrío me recorre la espalda. Sonrío para mis adentros pues conozco bien esa sensación. Me agacho para recoger unas flores que se habían caído de una de las sepulturas sin girarme hacia esa figura que se desdibuja detrás de mí.

-Hoy no han venido –dice en apenas un susurro.

-Yo sí lo he hecho, ¿no? –le respondo dándome la vuelta, tratando de mostrar la mejor de mis sonrisas.

Allí está aquel pequeño ser, indefenso, con una mirada tan profunda como triste que consigue encogerme el alma. ¿Cómo se puede permitir que tan solo una niña pudiera pasar por aquella situación? Su rostro no es más diferente del de alguno de los pétreos ángeles de los mausoleos.

-Tú siempre estás aquí. Eso no me consuela –me confiesa irritada y, sin darme tiempo a reaccionar, se desvanece entre las sombras.

Suspiro y continúo con mi paseo sin rumbo.

Dicen que hay vida después de la muerte, pero nunca nadie aseguró que fuera sencillo de conseguir.

De eso sí doy fe.


lunes, 5 de noviembre de 2012

1º Concurso de relatos de Halloween: 2º premio




El fantasma del Metro 

 autora: Jennifer


Es la noche de Halloween y he quedado con unos amigos para ir de marcha. Decidí disfrazarme de vampiro de Crepúsculo, que está de moda. Lo malo es el mogollón de purpurina que tengo que usar, que los vampiros modernos brillan con la luz.
Para variar voy tarde. Quedé a las doce en la estación del metro que está cerca del bar, pero ya falta poco para la media noche y apenas estoy haciendo el transbordo. Llego al andén y todavía faltan siete minutos para el próximo metro… Me van a matar. Me siento a esperar en un banco, junto a una chica que se había disfrazado de fantasma con unos trapos blancos y una rebeca, despeinada, con ojeras, pálida… Vamos, que no se lo había currado demasiado.
Aprovecho que me mira y con mi sonrisa más seductora le digo:
―¿Vas a una fiesta de Halloween?
―No. Sólo estoy esperando a que sean las doce.
―¿Estás esperando a alguien?
―No, no… Es que a las doce desaparezco.
―¿Desapareces?… Quieres decir que te vas ¿no?
―No… es que…, soy un fantasma de verdad. A las doce me desmaterializó.
―¡Vaya! Veo que te gusta esto del Halloween.
―¡Siempre me pasa lo mismo! Nadie me toma en serio.
―Ajá ―Empiezo a sospechar que tiene alguna enfermedad mental, así que por si acaso le sigo la corriente―… ¿Y qué fue lo que te pasó? ¿Cómo terminaste aquí?
―Pues nada… que me tiré a las vías del metro por despecho. La verdad es que viéndolo en perspectiva lo que debí hacer es darle un buen rodillazo en la entrepierna a ese idiota. Pero me dio la vena suicida y ahora estoy atrapada en el limbo.
―¿Y por qué no lo buscas para asustarlo? Al menos así podrías vengarte.
―Es que esto no funciona así. Sólo me materializo el día de mi muerte, que fue el primero de noviembre, entre las diez y las doce de la noche. Y no puedo salir de las instalaciones del metro.
―Bueno… Al menos puedes asustar dentro del metro. Debe ser la mar de divertido.
―¡Qué va! Esto de ser fantasma en Halloween es un rollo. Si hay gente disfrazada que da más miedo que yo. Es que asustar en estos días es muy difícil. El cine ha hecho mucho daño. Al principio lo intenté, iba por los andenes tratando de asustar. Arrastrando mi cadena y diciendo ¡Huuuuuu!
―Es que esa cadena… no se… está un poco chuchurrida… En la ferretería venden cadenas mejores.
―Si ya lo sé… Es una porquería de cadena. Una vez me enrede los pies con ella y me caí. Tuve más éxito haciendo reír que asustando.
―Quizás si te vas a estaciones menos concurridas tengas más éxito.
―Si ya me he paseado por todas las estaciones. Incluso una vez me atrapó uno de los de seguridad del metro.
―¡Qué dices! ¿Y qué pasó?
―Pues nada… que me puso una multa por no llevar ticket.
―Ja, ja, ja ―Al ver que se ponía un poco triste agregué―. Disculpa.
―No, si ya sé que doy más risa que miedo.
―¿Y ahora como haces? Digo, para que no te vuelvan a pillar sin ticket.
―Le trabajo de diez a once al de la tienda de chuches y me da diez euros, en negro porque no tengo papeles. Con eso me compro un ticket y me pongo a dar vueltas por ahí, a ver si logro asustar a alguien.
―Pues sí que es duro lo de ser fantasma ―La chica quizás estaba un poco loca pero era divertida, y sobre todo original, eso desde luego.
―Si… verás, es que lo del mundo de los espíritus está muy idealizado. Yo me imaginaba que sería como en Ghost, ya sabes, la peli, pero ni de cerca se le parece. ¡Mira! Ya está llegando el metro.
Me giro y efectivamente está llegando el metro al andén. Cuando me vuelvo ella no estaba… ¿Se había desmaterializado? Me fijo en la hora y son las doce en punto. Miro hacia ambos lados del andén y no está por ningún lado. Subo al metro y mientras me adentro en el túnel sigo buscándola con la mirada, pero ni rastro de ella.
Llego a la estación donde me están esperando mis amigos y al verme llegar me dicen:
―¡Tío, hasta que al fin apareces! ―Algo debieron notarme porque me preguntaron― ¿Qué te pasa? ¿Te encuentras bien?
―Tío… Creo que traté de ligarme a una fantasma.
―¡Como todos hoy! Aunque yo prefiero a las vampiras.
―¡No tío! A una fantasma de verdad.
―¡Anda! Tu es que eres el rey de las excusas.
―¿Tú crees que sea posible enrollarse con una fantasma?
―Pues yo cuento con eso. ¡A ver si hay suerte!
Bueno, sabía que no me iban a creer. Si me acuerdo la buscaré el año que viene. Quizás tenga suerte.


sábado, 3 de noviembre de 2012

1º Concurso de relatos de Halloween: 3º puesto



En el tercer puesto  el relato con titulo y autor:

EL COMPENDIO DE CIEN HISTORIAS SOBRENATURALES.    
Autor JUAN

Alfonso concluyó su historia y sopló breve y firmemente y apagó una vela. Sólo quedaban dieciséis más, y su lumbre exigua combatía con dificultad la oscuridad que, poco a poco, ganaba terreno en el salón. La penumbra desdibujaba a los catorce congregados y David sólo apreciaba sus rasgos más pronunciados: el pelo rizado de María, el mentón belfo de Víctor, la cabeza rapada de Santiago, el largo cuello de Ana… Pero sobre todo se fijaba en Elena, quien relevó a su hermano Alfonso y acercó su pequeña cara, para que todos reconocieran sus expresiones, al pálido fulgor de una candela de parafina. Mientras contaba un nuevo relato, David intentaba grabar en su memoria sus grandes ojos reverberantes en mitad de la noche, como los de una lechuza vigilante.

Elena era una excelente narradora, igual que su hermano. Ambos actuaban como el motor del grupo de amigos. De hecho, aquel juego había sido una más de sus ocurrencias. Como todos los años, el día de los difuntos celebraban una fiesta en su casa de campo. Para la ocasión, las entrañas de la casa se transformaban en una mansión del terror, en la gruta donde unas meigas entonaban sus hechizos, e incluso en un tétrico cementerio. Pero aquel año la transformación adquirió un tinte minimalista.

Con su gusto y afición por descubrir nuevas tradiciones de terror, hallaron un ritual samurái que les cautivó. El popular juego se conocía como “el compendio de cien historias sobrenaturales”. Para los samuráis formaba parte de una prueba de valor. A media noche encendían cien velas, las cuales se apagaban con cada historia contada, y al extinguirse la luz de la última, los monstruos aparecían. Aquel rito era demasiado bueno como para no aprovecharlo.

Los preparativos se llevaron a conciencia. Antes de medianoche, cien dedos largos y coloridos de cera y parafina sostenían cien pequeñas llamas frente a la negra noche en un perfecto círculo. Despejaron los muebles del salón y cerraron los postigos de las ventanas, evitando cualquier brisa traidora que matara la función. Después, todos los participantes empezaron a contar historias y soplar velas con solemnidad.

Conforme pasaba el tiempo, los relatos mermaron el tono distendido del ambiente. Al principio, sólo se narraron invenciones, pero a mitad del juego los miembros divulgaron sus propias pesadillas y los ánimos se ensombrecieron bastante, pues el miedo les tocaba de lleno y descubrieron que estaba más próximo de lo que nunca imaginaron. Cuando sólo quedaban diez velas, la ceremonia desembocó en confesiones de sucesos personales, a cual más misteriosa e inexplicable.

En todo ese tiempo, la opacidad de la noche ganó terreno a la exigua luz, historia a historia, vela a vela, y al llegar a la penúltima, a David le sobrecogió un extraño presentimiento. Alfonso narraba de nuevo, y su sombra ondulaba al compás de la bailarina flamígera cercana a su cara. De repente, su sombra dejó de imitar los movimientos de Alfonso y David se asombró al presenciar aspavientos de rechazo por parte de ella. La imagen, tan surrealista, la justificó como una mera sugestión de su mente. Sin embargo, cuando Elena anunció la última historia y última vela, sus temores se confirmaron.

La cera casi extinta anunciaba el ocaso del ritual. Ninguna sombra debería ser visible con tan poca claridad y, sin embargo, parecía que hubieran ganado espesura y cuerpo. Nadie se percataba del espeluznante hecho salvo David, quien no cortó la voz de Elena por no interrumpir el ritual. Los demás observaban expectantes la agonía de la lumbre mientras sus sombras se desligaban de las finas costuras que las unían a sus cuerpos. David apreció cómo se erigían detrás de los inconscientes participantes y colocaban sus brazos negros sobre las cabezas de sus antiguos dueños.

Elena concluyó su relato y su sombra se mostraba amenazante tras ella. Posó sus grandes ojos en el derretido cilindro que aportaba la única fuente de luz del salón. Cargó sus pulmones de aire. David imaginó que las sombras esperaban el definitivo apagón para precipitarse sobre ellos. Intentó articular palabra alguna, algún aviso, pero Elena apagó la vela número cien y la oscuridad, como un telón pesado, cayó sobre ellos…

jueves, 1 de noviembre de 2012

-Nuestro entorno: El cementerio de Castillejos (D. Miguel González.)



El 22 de febrero de 1.876 sale a subasta la obra del cementerio, no presentándose a ella licitador alguno, por lo que se decide realizarla por administración directa. Se señala por fin lugar para la edificación escogiéndose la zona denominada "era del Valle", a la derecha del camino de Ayamonte.
Antes de comenzar la obra hubo que derruir un molino harinero que se encontraba en dicho lugar, propiedad del vecino Don Juan Ponce Domínguez.
Esta realización, de la que tan necesitada estaba esta villa, concluye el 28 de julio del año siguiente 1877, aprobándose el reglamento para su utilización el 27 de octubre. Este primer reglamento estaba compuesto por 32 artículos.
La bendición del Cementerio, "destinado a la inhumación de los que fallecen dentro del gremio de la Iglesia Católica" se llevó a cabo el domingo 3 de noviembre, después de una misa solemne, con asistencia "de todas las personas notables de la villa" y del conjunto de la Corporación Municipal, obsequiándose a los asistentes, tras la ceremonia, con una comida.
El primer vecino que se enterró en él fue Don Antonio Vázquez de la Cruz, a quien se le concedió gratuitamente el nicho número 1 de la primera línea construida.
Ese mismo día fue nombrado guarda encargado del Cementerio al que venía ejerciendo el puesto de sereno, Mateo Guerrero, retribuyéndosele con 10 pesetas mensuales.
El 20 de julio de 1878 era colocada en su capilla la efigie de San Bartolomé, construida por el artífice Don Antonio G. Picar, vecino de Huelva, estatua que importó 450 pesetas.
Para completar la historia de este santo lugar, añadiremos que en el año 1981 y 1982, se llevan a cabo obras encaminadas a la ampliación del recinto, así como la dotación de agua, luz y jardines, obra promovida por la Corporación elegida en las elecciones democráticas de 1979, presidida por D. Miguel Jiménez Gómez.
Esta Corporación acuerda por unanimidad de todos sus componentes, rotularlo con el nombre de "Cementerio Municipal San Bartolomé", con el objeto de memorizar y homenajear al Alcalde D. Bartolomé Vázquez Jaldón, que lo mandó construir, como consta en la lápida que se colocaría en el interior de la ermita el 23 de julio de 1887. siendo alcalde Don Estanislao Sáenz Domínguez, lápida de mármol "con una inscripción breve y adecuada para perpetuar la memoria del que fue insigne Alcalde de esta villa”
Al mismo tiempo se coloca dicho recinto bajo la advocación del Santo Apóstol San Bartolomé.
Es preciso añadir que el alumbrado del cementerio fue sufragado en casi su totalidad por las gentes de Castillejos. Para ello se abrió una cuenta en una entidad bancaria de la localidad y todos ( no creo que quedase nadie del pueblo) contribuyeron, unos más otros menos, al pago de la iluminación.
Yo me encontraba en aquella época de concejal y puedo dar fe de ello.  (D.Miguel Gómez Gónzalez )


Antiguamente se colocaban velas y farolillos encendidos en la noche de ""Tosantos", como se llama por estas tierras al día 1 de Noviembre.
Aún se conserva  esa tradición. En el ocaso se marcha en procesión con velas y rezando el rosario hasta el cementerio, Allí cada se colocan las velas en las lápida. Supongo que para  que nuestros difuntos encuentren el camino correcto.

martes, 23 de octubre de 2012

Cuentos desde mi rincón: Nunca te quedes solo en Halloween



Ana se encontraba  sola en casa. Su madre, aquella mañana, había ido al hospital a visitar a la abuela y quedó en regresar pronto. Miró  por la ventana, el cielo se encontraba ya bastante oscuro y algunas estrellas centelleaban dispersa entre nubarrones negros. Sus ojos se volvieron hacia el reloj colgado en la pared, las 9: 30, un poco tarde, pensó  intranquila.
Se tumbó  en el sofá  de  la salita a ver la tele. El programa de entrevistas que puso, bastante aburrido, junto  con el calor del brasero y el madrugón de aquella mañana, la adormecieron.  
No sabía muy bien cuanto tiempo llevaba dormida, cuando  un sonido estridente la despertó de golpe, confusa, desvió la vista hacia el lugar de donde provenía el ruido, la mesa. La  pantalla iluminada  del teléfono le indicó que la estaban llamando, al mirar el nombre que aparecía, descolgó corriendo.
-¡Dime!
-…..
-Vale mamá, no te preocupes, quédate y ya me arreglo.
-….
- Lo sé, pero no me voy a casa de la tía, me quedo aquí. Un beso, hasta mañana.

Colgó y miró la hora, eran las 11 y media de la noche, vio que quedaba poca bateria y  dejó el móvil cargando en el enchufe.
 Su madre  se quedaba en el hospital, la abuela había  empeorado y no podía volver, le había dicho que era mejor  que se fuese a dormir a casa de sus primas.
-A su edad,  con 14 años,  no necesitaba niñera, era una adulta-Se dijo en voz alta-Menos mal que el petardo de su hermano se quedaba con su tía.
Apagó la tele y se dirigió a la cocina en busca de una coca cola y algo para picar.
Un ruido sonó  en el primer piso, encima de ella,  parecía un golpe en la ventana procedente de la habitación de sus padres.
Subió las escaleras pesando en  cerrarla, antes de que se rompiera algún cristal, aunque hoy, no hacía mucho aire. Mejor asegurarse, no le gustaría tener que darle la razón a su madre y  escuchar el  ya te lo dije que vendría después.
Cuando entró en el cuarto, la ventana que tenía enfrente de la entrada estaba abierta de par en par  y se acercó a cerrarla. Al hacerlo, vio  su imagen reflejada en el cristal y algo más que  no tuvo tiempo  de  distinguir con claridad. Le pareció una sombra que pasaba muy deprisa, se giró  y no  encontró nada. Pensó que se estaba volviendo paranoica. 
Ya se marchaba, cuando algo llamó su atención. Se fijó  en la moqueta, y su corazón comenzó a latir, con  tanta fuerza, que la sangre bombeada  le retumbaba en las sienes como un tambor, y  el miedo hizo presa en ella.
Debajo de la ventana,  se distinguían pisadas y continuaban hasta la salida de la habitación. Parecían huellas de bota con  barro húmedo. Alguien había entrado en la casa.
Ana, de puntillas,   fue despacio hasta la puerta  cerrándola. Recordó  que su padre, guardia civil,  guardaba en lo alto del armario, en una caja de zapatos, una pistola y munición, con las que  había jugado, algunas veces, cuando sus progenitores no estaban en casa.
Se subió a una silla y bajó la caja  colocándola encima de la cama. Con manos temblorosas, que apenas podían sujetar nada, metió las balas en el cargador y empuñó el arma.
Salió despacio, dispuesta a marcharse a casa de su tía y que ella avisara a la policía.  Un ruido detrás de ella, la sobresaltó,  se volvió con brusquedad y disparó con los ojos cerrados: una, dos, tres,… hasta que la pistola dejo de sonar. El silencio  reinó de nuevo en el interior de  la casa y después, de lo que le pareció un siglo, abrió los ojos.
Se encontró con un reguero de sangre que provenía de alguien tirado en el suelo. No se movía. Llevaba una mortaja negra, sucia y raída, y  al lado una guadaña. 
Aún temblando se acercó, tenía que pasar por su lado para dirigirse a las escaleras,  pese al miedo que la embargaba, no pudo dejar de mirar el   rostro de aquel ser tendido en el suelo y un grito surgió de su garganta y  después otro;  siguió gritando sin control. Aquellos chillidos atronadores y desgarradores recorrían la silenciosa casa, saliendo a través de  las rendijas de puertas y ventanas, dando vida a un barrio que despertó y comenzó a salir a la calle asustado.
 Cuando la policía llegó, avisada por los vecinos, encontraron a una niña, sentada  medio encogida, dentro de un charco de sangre, con los ojos desorbitados mirando un cuerpo inerte. El movimiento rítmico de su cabeza,  negando la evidencia, parecía el único signo de vida en aquella escena.
Ana  olvidó que era Halloween, incluso que tenía un hermano más pequeño al que le gustaban mucho  las bromas.
Un aire helado asoló la casa, la policía y todos los presentes sintieron un escalofrío y temblaron un momento.
La niña levantó la cabeza y se topó con la mirada oscura e insondable de la muerte,  mostraba una sonrisa macabra  y su olor lo emponzoñaba todo.
 -Si mando al miedo por delante, la mayoría de las veces, se encarga de realizar el trabajo por mí- dijo soltando una sonora carcajada.
En el reloj del salón sonaron doce campanadas.

viernes, 19 de octubre de 2012

Nuestra historia: Capítulo 22º

En el mes de diciembre de 1.860 se acuerda la compra por 8.900 reales de dos casas contiguas de la calle Lepe, que fueron de los hijos de María Sánchez, vecinos de El Almendro, para ubicar en ellas las escuelas de niñas y casas de los Maestros, con la posibilidad de construir una planta alta para la escuela de niños. 
En marzo de 1.861 se entabla nuevo pleito, esta vez con el Ayuntamiento de Gibraleón. El motivo, el mismo de tantos otros, el campo común. 

El citado Ayuntamiento intentó vender como suyos, las siguientes porciones del comunado: Sitios "El Salado", "Sierra del Cebollar", "Cañada de las Pajas", "Majadal del Pito", "Perdizal Higuera o Atalaya”, "Majada del Valle” y "Calbilla". 

Esta villa recurre ante el Gobernador Civil por el intento de posesión de dichas porciones del campo común. 
Ya por esta fecha había sido vendida la única Dehesa Boyal de la villa a Don Bartolomé Vázquez Jaldón. 
En julio es señalada una nueva Dehesa para el pastaje del ganado. Se designó la zona del campo que hay al Sur de esta población, desde el "Camino de Tariquejos", y "Arroyo del Contadero", hasta la "Ribera de las Culebras", aguas abajo hasta la junta de ambas y continuación de dicho campo hacia poniente y norte, dando vuelta a la Dehesa que fue de esta villa. El terreno carecía de arbolado (hoy es la dehesilla Municipal). 

El número de vecinos en esta fecha era de 1.078 (entre 3.000 y 4.000 almas).

En el año de 1.861 se realiza la primera rotulación de las calles y la numeración de las casas. 

En el 1863 se reanuda la festividad del Santo Patrono San Matías, festividad que había dejado de celebrarse por falta de medios del Ayuntamiento que era quien pagaba la fiesta. 

Para no perder esta tradición inmemorial, se acuerda asignar 400 reales para dicha función, " si no con la pompa que corresponde a un pueblo religioso de más de 1.000 vecinos, al menos con decencia y modestia". 

Las funciones y ejercicios religiosos continuaban celebrándose en la Panera del Pósito (donde estaba la iglesia, en la calle Santo), como desde 1804. 

miércoles, 17 de octubre de 2012

Nuestro entorno: Nuestras casas

Hoy os mostraré una de las casas que conforman nuestro pueblo.
El tamaño de la mayoría de las viviendas de la localidad puede parecernos grandes a los que estén acostumbrados a las grandes urbes, donde el suelo es más escaso.
En este pueblo no está permitido construir más de dos alturas y la mayoría de nuestras viviendas suelen tenerlas.
 El término zaguán proviene de la palabra árabe hispánica istawán. es un espacio cubierto situado en las casas, normalmente junto a la puerta.
En esta zona, cubierta y protegida, los niños jugábamos en las tardes del verano cuando el sol calentaba más. Al ser la entrada a la casa, se adornan con baldosas con motivos decorativos y con una cancela (puerta de hierro forjado con cristal.


la cancela  da paso directamente a la vivienda. Grandes  espacios desde donde surgen las habitaciones y otras dependencias a ambos lados.

El  comedor, está reservado para las grandes ocasiones, cuando  la familia aumenta, en festejos y fechas señaladas. Los muebles que predominan en este espacio siguen siendo el aparador y la vitrina, donde las vajillas y cristalerías antiguas  tienen su lugar preferente.
Normalmente tenemos rincones donde pasar las agradables tardes de invierno, al lado de la chimenea y con la típica mesa camilla. Antes eran redondas, pero dando paso a la modernidad  se fabrican también alargadas, para dar cabida a más gente.
Esta es la manera de calentar las casas en invierno, tampoco el frío hace que se necesite mucho más, porque aunque sean unas casas enormes, están bien orientadas, lo que le quita frialdad.
Es agradable pasar una tarde sentada con la estufa y la falda camilla leyendo, viendo una película o con una reunión de amigos, que suelen ser las distracciones en las desapacibles tardes de invierno.








Los techos de las casas suelen ser altos y no siempre el techo de la planta baja, cubre la totalidad de la vivienda. Hay algunas con esta estructura de galería  y el techo abierto con una claraboya, lo que da gran luminosidad a la casa.

La afición a las plantas en estas localidades es bien conocida, ya sean plantas de exterior en los patios o plantas de interior.



















En las casas con claraboyas, al tener  las plantas el sol en lo alto, todo el año sin temperaturas extremas, crecen más rápidamente y como en este caso, podemos tener verdaderos árboles de interior. Hermosos, siempre.
En algunas de estas viviendas además de tener habitaciones en la segunda planta está también lo que se llama el doblao, una especie de buhardilla donde guardar todo aquello que no necesitamos. También muchas de nuestras casas suelen tener terraza en lo alto del edificio, que ocupa casi toda la vivienda.


No pueden faltar los patios, al final de la casa, donde pasar las agradables tardes de verano en compañía de la familia o amigos.

Aunque parezcan casas grandes, son muy cómodas a la hora de vivir en ellas, tanto para niños, por la cantidad de zonas de juego, como para mayores, donde la gran amplitud hacen que tengan espacio para moverse sin muchos problemas.

Poco a poco iré mostrando algunas de estas viviendas con sabor a antiguo, con permiso de sus dueños y que son verdaderos museos, más que por el valor en sí del contenido, por el valor sentimental al  encontrarnos con nuestro pasado.


lunes, 15 de octubre de 2012

-Nuestro entorno: Una visita a la feria de Vila Real de Santo António


Como ya dije, esta semana pasada se ha celebrado, como cada año, la feria de Vila Real de S.António, un pueblecito situado al sur de Portugal y que está justo enfrente de Ayamonte, provincia de Huelva, separado por la desembocadura del río Guadiana.

Una manera de cruzar la frontera, entre España y el país vecino, es a través de este puente, en el término municipal de Ayamonte, que pasa por encima de la río Guadiana



Pasada la frontera, el primer pueblo que dejamos a un lado es Castro Marim, con un castillo medieval muy bien conservado y donde se celebra, cada año, una Fería Medieval de renombre.

El día fue muy caluroso, aunque apetecía más cosas frescas, no podía faltar el puesto de castañas asadas, con bastante éxito, quizás porque aunque haga un día bochornoso, es la época de las tradicionales castañas y después de un año entero sin verlas, echamos en falta su sabor.
La artesanía  y la industria textil portuguesa tiene su sitio en esta feria. Artículos de cobre o bronce, todo lo referente al barro y la cerámica y por supuesto quien no ha oído hablar de las famosas toallas  de baño que tienen el tamaño de  una mantas.

Hay que decir que nuestros amigo portugueses, en Gastronomía, son unos artistas preparando exquisitos platos de pescado. Saben sacarle partido, de mil formas distinta a un buen bacalao.

El puerto de Vila Real, situado en la desembocadura del Guadiana, acoge a multitud de yates, que reposan en aguas tranquilas hasta la llegada del buen tiempo.
También existe  transporte marítimo de pasajeros entre las dos orillas del Guadiana. Con lo cual nuestra excursión tiene un plus, si dejamos el coche en Ayamonte y pasamos a Vila Real en barco.