jueves, 1 de noviembre de 2012

-Nuestro entorno: El cementerio de Castillejos (D. Miguel González.)



El 22 de febrero de 1.876 sale a subasta la obra del cementerio, no presentándose a ella licitador alguno, por lo que se decide realizarla por administración directa. Se señala por fin lugar para la edificación escogiéndose la zona denominada "era del Valle", a la derecha del camino de Ayamonte.
Antes de comenzar la obra hubo que derruir un molino harinero que se encontraba en dicho lugar, propiedad del vecino Don Juan Ponce Domínguez.
Esta realización, de la que tan necesitada estaba esta villa, concluye el 28 de julio del año siguiente 1877, aprobándose el reglamento para su utilización el 27 de octubre. Este primer reglamento estaba compuesto por 32 artículos.
La bendición del Cementerio, "destinado a la inhumación de los que fallecen dentro del gremio de la Iglesia Católica" se llevó a cabo el domingo 3 de noviembre, después de una misa solemne, con asistencia "de todas las personas notables de la villa" y del conjunto de la Corporación Municipal, obsequiándose a los asistentes, tras la ceremonia, con una comida.
El primer vecino que se enterró en él fue Don Antonio Vázquez de la Cruz, a quien se le concedió gratuitamente el nicho número 1 de la primera línea construida.
Ese mismo día fue nombrado guarda encargado del Cementerio al que venía ejerciendo el puesto de sereno, Mateo Guerrero, retribuyéndosele con 10 pesetas mensuales.
El 20 de julio de 1878 era colocada en su capilla la efigie de San Bartolomé, construida por el artífice Don Antonio G. Picar, vecino de Huelva, estatua que importó 450 pesetas.
Para completar la historia de este santo lugar, añadiremos que en el año 1981 y 1982, se llevan a cabo obras encaminadas a la ampliación del recinto, así como la dotación de agua, luz y jardines, obra promovida por la Corporación elegida en las elecciones democráticas de 1979, presidida por D. Miguel Jiménez Gómez.
Esta Corporación acuerda por unanimidad de todos sus componentes, rotularlo con el nombre de "Cementerio Municipal San Bartolomé", con el objeto de memorizar y homenajear al Alcalde D. Bartolomé Vázquez Jaldón, que lo mandó construir, como consta en la lápida que se colocaría en el interior de la ermita el 23 de julio de 1887. siendo alcalde Don Estanislao Sáenz Domínguez, lápida de mármol "con una inscripción breve y adecuada para perpetuar la memoria del que fue insigne Alcalde de esta villa”
Al mismo tiempo se coloca dicho recinto bajo la advocación del Santo Apóstol San Bartolomé.
Es preciso añadir que el alumbrado del cementerio fue sufragado en casi su totalidad por las gentes de Castillejos. Para ello se abrió una cuenta en una entidad bancaria de la localidad y todos ( no creo que quedase nadie del pueblo) contribuyeron, unos más otros menos, al pago de la iluminación.
Yo me encontraba en aquella época de concejal y puedo dar fe de ello.  (D.Miguel Gómez Gónzalez )


Antiguamente se colocaban velas y farolillos encendidos en la noche de ""Tosantos", como se llama por estas tierras al día 1 de Noviembre.
Aún se conserva  esa tradición. En el ocaso se marcha en procesión con velas y rezando el rosario hasta el cementerio, Allí cada se colocan las velas en las lápida. Supongo que para  que nuestros difuntos encuentren el camino correcto.

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