jueves, 14 de junio de 2012

Nuestra Historia: Capítulo 13º


De fecha 25 de diciembre de 1.814 es un nuevo censo, en el que como datos de más interés encontramos:

La población era de 2691 almas, unas 600 familias. Con respecto a 1808 había disminuido en cerca de 2000 almas.
Había diez molinos harineros; un lagar de cocer y esmerar cera y un torno de fabricar velas y cirios. La cabaña ganadera se estimaba en 2.500 ovejas,1.800 cabras, 400 cerdos y 11 yeguas. Había también 3.200 colmenas, 12 plateros que hacían botones de metal, 5 zapateros, 5 sastres, 3 herreros, 6 carpinteros, 2 curas, 300 jornaleros del campo y 12 peones de albañilería, además de una taberna y 4 mesones de arrieros.
Constituían la vida de un pueblo que poco a poco iba renaciendo de la ruina de la guerra, la que, a pesar del progreso y aumento del nivel de vida en la villa, había dejado una secuela de unos cien pobres de solemnidad.
Seguía habiendo una sola Parroquia y había dos escuelas de primeras letras, pagadas por los padres de los niños. No había ninguna escuela de niñas.

A partir de 1.815, renacida la paz, aquellos vecinos que habían huido abandonando sus hogares, van poco a poco regresando. También regresan aquellos que participaron como soldados y que, obtenida la licencia, volvían a su patria de origen.
Se lleva a cabo en este año de 1815 el deslinde y amojonamiento de la Dehesa Boyal, con una cabida de 1.200 fanegas, repartidas de esta forma:

- 500 fanegas de dueños propios, llamados "cercados";

- 300 fanegas para sementeras sembradas cada once años;

- y las 400 restantes inútiles y sólo utilizadas para el pastaje del ganado.

Estas 1.200 fanegas iban desde el "Camino de Lepe" a la 'Peña del Gato"; desde ésta al "Molino de la Olla”; desde éste a la "Tarayuela", a la "Cruz Blanca", "Camino de Gibraleón" y desde éste a los "Pinos de Tío Santo".
                                                                              (Textos de D. Miguel Gómez González)

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