domingo, 2 de septiembre de 2012

- Nuestro entorno: La frontera entre nuestros pueblos

Aquí tenemos la frontera entre nuestros pueblos y  parece una contradicción que se haya escogido el símbolo de los que nos une, la romería, como división para separarnos.

Es la paradoja de dos pueblos que a pesar de la cercanía  y de una historia en común, demasiadas veces han preferido  mantener las distancias.


Pero también es el lugar donde castillejeros y almendreros se reúnen tres  días al año al son de tamboril y flauta y  se convierten en un solo pueblo.

 Un lugar escogido con sumo cuidado para la reunión de los piedralberos  (devotos de Ntra Sra. de Piedras Alba) que se dirigen a la ermita.

 En torno a este caballo todos los demás esperan la salida el Domingo de Resurrección y juntos,  los dos pueblos, caminan de la mano.









Durante el resto del año, subidos en su pedestal de piedra, jinetes y caballo quizás esperan que como a Pinocho, un hada les de vida y  así poder unirse algún día al resto...

Mientras tanto,  ellos  nos señalan el principio del camino.

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