Echamos una mirada atrás para comprobar que aún existe algo de lo que perdimos en la niñez.
Todavía perdura en nuestro recuerdo: la plaza de abastos con el pozo en el centro, la dulcería con olor a sultanas, milhojas o piñonates, la barbería de Juanito "el Muñeco", que aún está o la plaza del Ayuntamiento, donde tantas generaciones jugamos...
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