Los más pequeños en nuestra Romería siempre son los más participativos y los que, a pesar de que en su vida cotidiana se dediquen a los videojuegos, teléfonos móviles de última generación y redes sociales diversas en internet , llegada la hora de ponerse un traje o subirse al caballo son los que mejor saben guardar las tradiciones para que no se pierdan.
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